«Debemos crear nuestra propia oposición, antes que la verdadera se organice en nuestra contra» Feliks Dzerzhinsky a Vladimir Lenin
A propósito de los 81 años del fin de la Guerra Civil Española que fue nada menos que el teatro de operaciones que presenció el enfrentamiento de dos bandos ideológicos irreconciliables: la guerra entre el bando republicano compuesto de comunistas, anarquistas y socialistas y, el bando sublevado compuesto de falangistas, carlistas requetés y monárquicos. En suma, fue la ocasión de la guerra entre dos mundos, Occidente presenció el choque de dos civilizaciones enemistadas durante siglos que fue objeto de un ensayo bélico previo a la Segunda Guerra Mundial.
Durante el asedio de Madrid conducido por el bando sublevado, el General Emilio Mola acuña el histórico concepto táctico de Quinta Columna al referirse a un grupo de militantes que en clandestinidad colaboraban a su favor desde las filas del enemigo en la ciudad. Este concepto se refiere en su esencia para describir a un conjunto de actores que durante un conflicto armado cooperan y simpatizan en secreto con el enemigo público, traicionando a su propio bando del que era depósito de su confianza.
En este último año, el Estado ecuatoriano ha sido objeto de ataques sistemáticos y premeditados por fuerzas desestabilizadoras que conociendo muy bien la arquitectura del poder real del país procedieron a ejecutar maniobras de subversión, bloqueo de carreteras, toma de instituciones, daños a la propiedad privada y estatal con el aparente objeto de derrocar al actual gobierno de Lenín Moreno Garcés pero sobre todo, con el fin de registrar una impresión muy fuerte en la opinión pública de los ecuatorianos: la debilidad e incapacidad del Estado.
La ciudadanía ha sido testigo de los impedimentos políticos que se han impuesto sobre la Fuerza Pública (policías y militares) para obstruirles en su heroica labor del restablecimiento del orden legítimo durante disturbios desestabilizadores. Hemos visto como criminales delinquen impunemente, son de- tenidos por la policía nacional y una vez que son puestos a órdenes de la función judicial, son excarcelados y puestos en libertad, ratificando la estructura de impunidad e ineficacia estatal para garantizar el derecho a la seguridad ciudadana.
Se ha creado una percepción de fragilidad del Estado, que viene a ser certificada con la crisis de la pandemia del COVID 19 (o SARS COV2 como lo denominan ciertos epidemiólogos en la que atestiguamos un desgobierno incapaz, un presidente ausente, ministros oportunistas que no reparan mínima consideración por los momentos que vive el país y dan rienda suelta a la corruptela rampante en la compra de insumos médicos. Por si fuera poco, en la madrugada de hoy, la Ministra de Gobierno María Paula Romo protagonizó una abominable e ilegal actuación al «castigar» a los pobladores del cantón de Baños de Agua Santa ordenando la retirada total de efectivos policiales de esa localidad por una disputa personal que mantuvo con el alcalde de dicha ciudad. ¡Cuanta falta de preparación y falta de capacidad de gobierno se hace patente en esta impresentable servidora pública!, que en vez de im- poner la Ley y hacer respetar sus decisiones prefiere perjudicar cobardemente a una población entera.
No sin razón, es una de los responsables que el Ecuador por su proporcionalidad geográfica tenga la mayor tasa de contagios por coronavirus en la región al no tomar las medidas de restricción a tiempo para prevenir la expansión del contagio. La comunidad internacional mira con preocupación el extraño caso ecuatoriano: la propagación masiva e inusual de la plaga del coronavirus que ha superado a países con mayor población y extensión, las decenas de cadáveres insepultos descomponiéndose en los hogares y en el mejor de los casos incinerados al aire libre por los familiares de los fallecidos, y la falta de resolución por parte de autoridades para sanear de forma inmediata el problema de abastecimiento en el sistema nacional de salud.
Excluimos de este infame conjunto al Vicepresidente Otto Sonnenholzner, quien a nuestro juicio es uno de los pocos elementos sanos (entre otras excepciones) que tiene este gobierno, y quizás por eso marginado del poder y de la toma de decisiones esenciales.
Curiosamente, a lo largo de estos últimos meses hemos notado una misteriosa serie de «errores» concatenados por parte del Ejecutivo. Omisiones y actos que no guardan coherencia con una agenda política que pretenda llevar al país a un auténtico desarrollo económico y estabilidad gubernativa sino que a la larga benefician directa e indirectamente a la formación de condiciones idóneas para favorecer y justificar la causa de los saboteadores, agentes del caos planificado coludidos con grupos extremistas que padecimos en el fatídico mes de octubre del 2019, los mismos oportunistas de última ralea que hoy pretenden aprovechar el triste momento que viven millones de familias ecuatorianas para obtener un rédito electoral y preparar las condiciones para la ruptura del orden democrático y la formación de un gobierno totalitario.
El genio malévolo de Feliks Dzerzhinski creador de la policía secreta soviética («La Cheka») decía que la tiranía rusa debía dirigir su propia oposición, una suerte de «falsa oposición controlada» que sirva de señuelo para identificar auténticos opositores anulando sus medios de acción mediante errores deliberados que causen un desprestigio frente a la opinión pública y final- mente neutralizar todo riesgo o peligro político futuro para el proyecto totalitario.
Resistencia Metapolítica tiene la obligación patriótica y cívica de denunciar la estrepitosa actuación del Gobierno que está constituyendo involuntariamente una Quinta Columna que mediante sus omisiones y terribles errores tácticos, está favoreciendo a la agenda de los desestabilizadores del orden democrático que pretenden hacer prevaricar a la nación hacia la catástrofe en marcha que es el totalitarismo.
André Santos Espinoza